Tierra, agua, ceniza, esmalte y fuego
Cuando estoy creando una obra, las cenizas y el esmalte son los que me hablan, son los elementos que dirigen mis manos para crearla.
Después, es el fuego del horno quien fija los sentimientos. Sin embargo, a veces, es caprichoso ya que puede llegar a transformar la obra original y darte una obra potenciada por sus llamas u, ocasionalmente, decepcionarte como si de un juez se tratara por decirte que aquella obra no expresa los sentimientos por la que ha sido creada...
Es el momento en que creo que, tal vez, fuego y mar se han confabulado para que ellas sean fragmentos de un sueño mediterráneo, que captura la belleza efímera de sus paisajes y emociones (Ir a mi galería)